En su artículo, titulado '¿A quién pertenecen nuestros hijos?' el actor se refiere al caso de Justina Pelletier, una adolescente que sufre un enfermedad rara y a la que las autoridades mantienen 'secuestrada' desde hace más de un año. Una vez que los padres de Justina llevaron a su hija a un hospital distinto al que acudía habitualmente, los doctores declararon que la adolescente sufría en realidad un trastorno somatomorfo; es decir, que sus dolores no tenían una causa física, sino psiquiátrica.
Los padres protestaron el nuevo diagnóstico y quisieron trasladar a su hija al hospital que atendían anteriormente. Los médicos reaccionaron informando a las autoridades de que sospechaban que los padres habían sometido a abuso médico a la adolescente, que fue internada en un hospital psiquiátrico. Desde que tuvo lugar este episodio el febrero del año pasado, los padres no han podido ver a su hija, cuya condición está empeorando sin el tratamiento adecuado.
"Cuando los egos y las batallas de los médicos tienen como resultado la separación de padres e hijos y decisiones judiciales basadas en fundamentos dudosos, ¿no ha llegado el momento de aceptar que pasa algo anormal en la sociedad?" se pregunta Norris en su artículo.
"Mi amigo y exgobernador de Arkansas, Mike Huckabee, dijo: 'Es una vergüenza que el Gobierno crea que sabe mejor que los padres qué tratamiento necesita su hija'", escribe el actor, añadiendo que la situación podría provocar que otros padres del país evitaran llevar a sus hijos al médico por miedo a que se los quiten.
"El problema es el aumento de estos errores médicos, seguidos por la intervención del Gobierno", añade Norris.
"Imagínense a los oficiales en su casa"
El actor recuerda la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud, que en una parte prevé subvenciones para programas de visitas de agentes gubernamentales a las familias que han tenido un niño o están a punto de tenerlo para educar a los padres sobre cómo cuidar a sus hijos. "Imagínense (…) a los oficiales estatales en su casa, imponiendo sus valores y creencias", señala Norris.
"Los niños pertenecen a los padres, no al Gobierno", escribe, y añade que el Gobierno debe dejar de dictar qué deben estudiar los niños, dónde deben rezar, qué tienen que comer y que medicinas deben tomar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario