martes, 27 de mayo de 2014

Las extravagancias de los atletas


Conoce algunos de los gustos más exóticos de los deportistas más famosos. 

Aunque volverse atleta profesional es demandante y complicado por la dedicación, el tiempo, los contactos y el talento que se requiere para lograrlo, muchos de quienes consiguen esta meta no tienen la mejor noción sobre qué hacer con sus ganancias y gastan su dinero en asuntos extravagantes. 

A continuación, mencionamos algunos atletas que han decidido gastar sus millones en rarezas, que van desde un cajero automático en la cocina hasta tiburones en la sala. 

Marquis Daniels 


El típico caso de un jugador que llegó a lo máximo pero jamás resaltó ni dejó su marca. Daniels jugaba de escolta o de alero en los Boston Celtics o en los Milwakee Bucks, pero tenía un ego más grande que otros deportistas que sí han marcado la diferencia. 

Este basquetbolista mandó crear un collar con una representación fidedigna de su cabeza en tercera dimensión. Para ello utilizaron oro, incrustaciones de diamantes y otras piedras preciosas. El costo tuvo que haber sido mucho mayor que los puntos que consiguió anotar en su carrera en la NBA. 

Deshawn Stephenson 


Este jugador de baloncesto de desenvolvió en la posición de escolta entre 2000 y 2013 en seis conjuntos de NBA, se retiró tras jugar con los Atlanta Hawks. Decidió que no quería salir de su casa para disponer de efectivo en el momento que fuera y mandó instalar un cajero automático en la cocina de su hogar. 

Quizá fue una mala decisión por el costo de realizar dicho movimiento o porque realmente no es tan complicado conseguir los billetes cuando sean necesarios. Pero si tomamos en cuenta que la máquina hace un cobro de 4.50 dólares de comisión que van al bolsillo de Stephenson, podríamos reconsiderar que sea una buena idea. 

Rollie Fingers 


Serpentinero promedio en las Grandes Ligas, Roland Glen Fingers lanzó para los Atléticos de Oakland, Padres de San Diego y Cerveceros de Milwakee. Esta actividad profesional le dejó ganancias importantes que decidió invertir en granjas de pistaches. 

Poco tiempo le duró el gusto de saberse inversor en este rubro de la agricultura, pues tres años después de entrar a dicha actividad, se quedó en bancarrota por la volatilidad del negocio y tuvo que buscar nuevas formas de ganarse la vida. 

Chad Ochocinco 


El afamado ‘Ochocinco’, receptor abierto en la NFL para los Cincinnati Bengals en la mayor parte de su trayectoria profesional, siempre fue conocido en los emparrillados por sus exóticas celebraciones, movimientos o declaraciones. 

Pocos saben que gastó una buena cantidad de billetes verdes en la instalación de un pequeño acuario en la cabecera de su cama. Chad tiene casi todo lo que se puede pedir: dinero para viajar, fama, carisma y la cabecera más extravagante de la colonia. 

Lawrence Taylor 


Quizá la figura más relumbrante de este listado, Taylor pertenece al Salón de la Fama de la NFL por su labor como linebacker en los New York Giants y es posible que muchas de las victorias que lo inmortalizaron se hayan cocinado debido a su actividad extravagante: enviar prostitutas a los equipos contrarios. 

'Superman' decidió invertir su dinero en nombre de la victoria. O eso nos gustaría pensar. Taylor tenía la costumbre de mandar mujeres de la vida galante a sus rivales, una noche antes de los partidos importantes, para que llegaran cansados al encuentro del día siguiente. Un verdadero ejemplo de cómo se pueden conseguir victorias con dinero. 

Mike Tyson 


Ex Campeón Mundial de los pesos pesados, Tyson vivió en medio del escándalo y esto se agravó después de arrancarle un pedazo de oreja a Evander Holyfield en pleno ring tras una mordida. También es conocido por el curioso tatuaje que tiene en el lado izquierdo del rostro, más no muchos saben que adquirió tigres de bengala para tenerlos como mascota en su patio. 

Tres felinos solían convivir en la residencia de Tyson en Las Vegas, aunque le duró un año el gusto porque no podía cuidarlas debidamente; ya que son animales en peligro de extinción. 

Lionel Messi 


El astro argentino acaba de renovar un contrato con el Barcelona que le dejará entre 20 y 22 millones de euros anuales, por lo que el dinero no es una preocupación para él y se encargó de dejárselo claro a su vecinos. 

La gente que vivía a un costado de ‘La Pulga’ remodelaba su hogar pero se quedaron sin fondos y le pidieron al futbolista que adquiriera la propiedad para ayudarlos a financiar el proyecto. 

Sin embargo Lio se negó y en venganza, los vecinos comenzaron la organización de eventos ruidosos para fastidiarlo. Por ello Messi compró la casa para que nadie habitara allí y el pudiera descansar en sus ratos libres.

Gilbert Arenas 


Este jugador profesional de baloncesto sigue activo en los Tiburones de Shanghai y siempre fue conocido como alguien temperamental, explosivo y problemático, situaciones que opacaron su talento en la duela. 

En su hogar, Arenas tenía una pecera gigante para darle asilo a varios tigurones, animales que siempre han sido de su fascinación. Se dice que gastaba cinco mil dólares en alimentos y otros mil quinientos dólares en pagarle a alguien para que se hiciera cargo de ellos. 

Para la fortuna de su cartera, le quitaron los animales por estar en peligro de extinción y tuvo que conformarse con jugar en el equipo de baloncesto chino que lleva el nombre de estos animales. 

Al Jefferson 


Una de las inversiones más inteligentes en esta lista es la que realizó el poste de los Charlotte Bobcats, Al Jefferson. Él gastó 23 mil dólares en una cama con tamaño atípico: 3 metros de largo por 3.8 m. de ancho. Es decir, caben más de 10 personas en el colchón o cabe él perfectamente estirado con su casi dos metros de estatura. 

Darnell Dockett. 


Para finalizar este recuento, mencionamos al ala defensivo de los Arizona Cardinals, quien decidió comprarse un cocodrilo bebé para criarlo y educarlo a ser una mascota amigable. A diferencia de Arenas y Tyson, Dockett no atentaba contra un animal en especie de extinción y el que sea un recién nacido le quita los factores de peligrosidad y agresividad.




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