Lo que para miles de personas podría haberse considerado como un milagro o un gesto sublime de su mascota, para una mujer en Nueva Zelanda fue, simplemente, una amenaza.
Tras salir a merodear unas horas como suele hacerlo cotidianamente, su gato regreso a casa pero cargando un singular tributo: una bolsa con 5.5 gramos de marihuana. Sin embargo, la propietaria del heroico felino no supo apreciar el gesto y decidió llamar a la policía.
El Sargento Reece Munro, quien recibió la llamada, asegura que una mujer le advirtió que su gato acababa de llevar “una bolsa con drogas”. Los oficiales acudieron a la casa y han abierto una investigación para determinar de dónde proviene la cannabis que el gato robó, o quizá solo halló, y que en el mercado neozelandés tiene un valor de unos 120 dólares.
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