No cabe duda de que la Catedral de San Basilio es el icono de Moscú. La vemos en la televisión y en películas, en revistas de viaje o como imagen decorativa de algún souvenir que un amigo nos haya traído de la capital rusa. Y sin embargo, ¿qué sabemos de ella?
Ésta fue, al menos, la pregunta que yo me hice al encontrarme ante sus preciosas cúpulas. Las había visto tantas veces que me resultaban del todo familiares, pero en cuanto a la Catedral, tenía cientos de interrogantes. Y es que este importante templo está envuelto en multitud de misterios y curiosidades. Conozcamos algunos de ellos:
1. La Catedral de San Basilio fue mandada construir por Iván el Terrible en 1554 obedeciendo a una promesa que había hecho años antes: levantaría un templo en el centro de Moscú si conseguía conquistar el Kanato de Kazan. La Catedral fue consagrada el 12 de julio de 1561, aunque posteriormente fue ampliada en varias ocasiones.
2. En realidad, la Catedral está compuesta por nueve capillas independientes, dedicadas a cada uno de los santos en cuyas festividades Iván el Terrible ganó una batalla. Al construir la torre central, el conjunto aparece unificado.
3. Según la leyenda, Iván el Terrible quedó tan maravillado con el resultado final, que ordenó cegar a su arquitecto jefe, Póstnik Yákovlev, para que jamás pudiese reproducir nada semejante. La veracidad de esta afirmación parece bastante improbable, ya que Yákovlev aparece en las crónicas como constructor de otras iglesias, así como del Kremlin de Kazan. Aunque puede que se tratasen de otros arquitectos con un nombre parecido…
4. Y es que respecto al nombre del arquitecto también hay controversia. Yákovlev era más conocido como Barma, palabra que en ruso significa “tartamudo”. No se ha podido clarificar si se trataba de un apodo, o Barma era en realidad su nombre y Póstnik (“el que ayuna”) su apodo…
5. Para complicar aún más la historia, ciertos estudios se empeñan en sostener que, al igual que parte del Kremlin, la Catedral fue en realidad construida por arquitectos italianos invitados por el Zar.
6. Su nombre original era Catedral del Manto de la Virgen, al ser bendecida el 1 de octubre, fecha en que se celebra esa festividad.
7. Entonces, ¿de dónde viene el nombre de “Catedral de San Basilio? Basilio era un “loco por Cristo”, una figura muy respetada en Rusia que paseaba desnudo y descalzo, vivía de la caridad y se creía que hacía milagros. Se dice que Basilio el Bendito era la única persona a quien Iván el terrible temía, y por ello el mismo Iván lo mandó enterrar en la Iglesia de la Santa Trinidad. En 1588, el zar Fiodor Ivanovich trasladó sus restos a la Catedral del Manto de la Virgen, y sobre su tumba construyó una nueva capilla. Por eso, hoy día todo el conjunto es conocido por el nombre de este Santo.
8. La Catedral, que este año ha cumplido 450 años, ha estado varias veces a punto de desaparecer. Ha sobrevivido incendios, a las tropas de Napoleón (que la usaron… ¡como establo!), e incluso a un plan de demolición por parte de los colaboradores de Stalin, quienes opinaban que San Basilio no dejaba suficiente espacio a los desfiles.
9. Respecto al punto anterior, hay una anécdota bien curiosa: se dice que el encargado del Plan General para la remodelación de Moscú, Lázaro Kaganóvich, acudió ante Stalin con una maqueta de la Plaza Roja en la mano, y sugirió su demolición quitando bruscamente la Catedral de su lugar. La respuesta de Stalin fue tajante: “¡Lázaro, ponlo en su sitio!”.
10 – Y… ¿de qué más nos suena este templo? ¡Claro, del juego del Tetris! ¿Quién no recuerda su pegadiza melodía? El Tetris fue creado en 1984 por el ingeniero informático ruso Alekséi Pázhitnov, y la Catedral de San Basilio abre siempre las partidas con la imagen de sus características cúpulas. ¡Si ya desde pequeños nos indujeron a quererlas!
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